EL ARLEQUÍN Y EL HADO

¡Buf! Doce años ya, sin ti.
Un puñado parecido, sin ella.
¡Cuánto me gustaría que estuvierais aquí!
conmigo, a mi lado.
Obsequiándome ese amor verdadero,
sin tapujos, sin enredos...........
El amor que solo existe
entre padres e hijos, el sincero.

Hace tres años, que abrí este blog.
En tu aniversario, querido papá.
Se llama "El breve espacio" pues,
al final, eso es la suma
de todo lo que nos sucede,
lo que vivimos y sentimos.
Un breve espacio,
que hay que aprovechar.
Dije que quería plasmar
lo que mi corazón sentía y
mis ojos veían.
Pensé, que para mí,
que siempre antepongo
el corazón a la cabeza
en todos mis actos (¡así me va!)
sería fácil escribir y escribir,
rellenar espacios blancos 
con mis sentimientos.

Mas me he dado cuenta,
de cosas, que no me gustan.
Que tal vez, no se deben
siquiera plasmar con las letras.
Que se tienen que guardar, 
con candado en el corazón,
hasta que retorne la dicha.
Aunque Paulo Coelho dice, que:
"Las lágrimas son palabras
que necesitan ser escritas"

Así, que en este momento
que no soy capaz de sonreír,
no escribiré lo que siento,
lo que palpita dentro de mí.
¡No quiero nada escribir!
Esto, no quiere decir, 
que me dé por vencida.
¡Ni mucho menos!
Sé que no hay que rendirse
mientras quede aliento.
Quizá llegue, en mi vida,
un futuro menos incierto,
alejado de la tristeza.
(Que espero no tarde en demasía)
y vuelva a deleitarme
con el placer de la escritura.

Después de acumular decepciones,
en la hucha de mi sendero,
mis ojos aún ven, pero
mi corazón late maltratado.
Por tanto, haré un receso, 
para recolocar los amores,
ya que no andan todos
en igualdad de condiciones.
Descansaré del torbellino 
de amar sin sentido,
a gente, que te olvida.
Solo quiero renacer, 
de nuevo, en la locura.
Esa que me permite, ser yo,
ser feliz y volar
a través de mis sueños.
Pues no me los pueden hurtar
porque son mi tesoro,
siempre me dan otra oportunidad
y por ello a buen recaudo están.

Un beso para ti y otro para ella,
mi corazón duerme a vuestra vera.

¡Hasta siempre!

            "Todas las batallas en la vida sirven para enseñarnos
             algo, inclusive aquellas que perdemos"
                                     Paulo Coelho