Querido Don Víctor,
Aunque no le traté mucho,
si a sus hijos, Víctor y María,
mis entrañables amigos.
Por tanto, sé que fue usted,
una buena persona,
pues ellos, doy fe, de que lo son.
Vivió una vida rica de sensaciones,
con sus luces y sus sombras,
como cualquier caminante
de este singular mundo.
Conoció el amor de su esposa, hijos, nietos
y ahora de una preciosa biznieta.
Ella, llamada Lotta, ha venido
para alumbrar el duro momento
que su ausencia provoca,
en sus seres queridos,
quienes, cada día, le recordarán
y a la mamá también.
Y así, vivirán felices,
sabiendo que una nueva estrella,
habita en el firmamento.
" Y tiritando con el alba
sin parar le buscará.
Fija la vista en su foto,
pregunta y preguntará.. "
( M. Trini )