Se nos va la vida con pasos de cíclope y no lo percibimos hasta que hacemos una parada en nuestra rutina, para meditar.
Perdemos tanto tiempo con reproches, lamentaciones y pataletas, que el día que amanecemos eufóricos, con ganas de comernos el mundo a mordiscos, cual tarta de chocolate, nos damos cuenta de que ya no hay niños a nuestra vera, han crecido con sus propias aventuras, quedamos los que éramos jóvenes, que casi siempre andamos medio cansados y cuando nos acompaña la exaltación, el entorno parece anclado en el horizonte, en ese que engañosamente junta al mar con el cielo en su objetivo de ser inalcanzable.
Siempre hay tiempo, no para desandar lo andado, pero si para caminar con pisadas de futuro, en las que no queden dos huellas sino multitud de ellas, que denoten que el peregrinaje se ha realizado en buena compañía, al lado de los amados y que están ahí, esperando nuestra sonrisa, que les tendamos la mano y les convidemos a la fiesta; al guateque de compartir los momentos, quizá no extremadamente significativos, pero sin duda los más dulces, los del corazón, los del verdadero amor.
Esos corazones, que al compás del mío, laten con osadía pues gemelos parecen y que amohinados en el tedio en precarias ocasiones, la mayoría de las veces dejan entrever lo más grande que hay en el vivir: la felicidad junto a los que amas.
¿A qué esperamos, para disfrutar de la cercanía de nuestras alegrías y enjugar las lágrimas de torpezas banales?
"Si alguna vez crees que no te aprecio, perdóname"
HELEN FITZWALTER READ
"..........juntemos nuestras manos, el pasado ya pasó.........."
NELLY Y TONI
