Hoy me han dicho que te has ido
y mi corazón ha tiritado de dolor.
Pensé que tal vez, tú, ganarías,
pero ya ves, el destino es cruel.
Te conocí un verano, aquel, en Mocejón,
desde el primer día me gustaste,
supe que eras un hombre de bién,
con carácter alegre y corazón bondadoso.
Aunque nos vimos en escasas ocasiones,
muchas veces me acordaba de tus chanzas.
Como sé que estarás en el cielo,
no te encontrarás solo, allí, se hallan
más personas como tú, buenas gentes:
tus padres, los míos, recordados familiares
y esos amigos de siempre.
Aquí abajo, cada día habrán pensamientos
de amor, para ti, querido Julián.
De la mujer que te ama, de los hijos
que te adoran y de la amiga que no te olvida.
"Los invisibles átomos del aire
en derredor palpitan y se inflaman,
el cielo se deshace en rayos de oro,
la tierra se estremece alborozada"
Bécquer
Muchas gracias mariangeles, es precioso.
ResponderEliminarMuy bonito, como siempre, un beso.
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