MATÍAS
No me extraña que lo vea entre las zarzas,
que las flores campestres bailen
sobre su lozana cara
y la acaricien con exquisitas bondades.
Él, era así, alegría y amor, para todos,
es lo que recuerdo de ese amigo
que hoy se ha marchado de la tierra.
Su presencia siempre estará con nosotros,
especialmente al lado de su madre,
su queridísima madre.
Ella le verá en la soleada calle,
en el vuelo intenso de un ave,
en el ventanal de algún autobús
y le sentirá en aquel lejano zarzal.
Notará que él está en todas partes,
en la más insignificante de las cosas
que se pueda imaginar,
ahí, aparecerá con sonrisas.
Impregnará el aire de su esencia
Impregnará el aire de su esencia
para que sepa ¡cuánto la quiere a usted!
por sobretodas esas cosas.
Ahora, él está en un lugar irreal,
no le vemos, ni le tocamos,
no podemos besarle.
Si, decirle nuestras palabras.
Desde alguna estrella luminosa,
de las miles que alfombran el cielo,
la mira, se ríe, abriga nuestro caminar
y con la brisa en día cualquiera
de paseos mañaneros,
le regala su mensaje de amor.
(Para Eve, con cariño)
Tus palabras son tan bonitas como siempre. Espero ansiosa tu próxima entrada. Un beso.
ResponderEliminarMuy bonito.Yo también espero que sigas poniendo tus escritos.
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