Os doy la bienvenida a mi blog que nace hoy, 18 de Octubre de 2010. En él quiero y espero plasmar lo que mi corazón siente y mis ojos ven.
Todo ello forma y conforma "el breve espacio" de la vida.


domingo, 21 de noviembre de 2010

     

 
      La historia que voy a relatar es verdadera, aunque no voy a poner los nombres reales, sucedió y sucede.
      El acoso psicológico entre compañeros de trabajo, tiene una sólida base, la envidia, el acosado generalmente posee numerosas cualidades y realiza mucho mejor su trabajo que el acosador.
      El acosador, comienza a difamar a su acosado, inventando historias negativas en torno a él, llenas de mentiras.
      Andrea es una persona normal que cumple con su trabajo y con todas las normas de la empresa, es puntual, amable, responsable y trabajadora.
      Marina por su parte también parece normal, a veces incumple normas, no es demasiado puntual y la amabilidad de ella brilla por su ausencia, se asemeja a un personaje de los arrabales de una ciudad cualquiera.
      Ambas trabajan juntas, se soportan, no coinciden en vocabulario, modales, gestos, presencia, pero aún así intentan llevarse lo mejor posible, en su día a día. 
      Marina es trasladada a otra tienda de las varias que tiene la empresa, y sin saber el motivo, comienza su particular batalla contra Andrea. Marina cuenta a distintos cargos de la empresa, incluído el jefe, que Andrea durante la temporada que han trabajado juntas, no ha cumplido con su cometido, que el negocio ha salido adelante gracias a ella, ya que Andrea no hacía nada y remata su sarta aranera, diciendo que Andrea trata con mala educación a los clientes.
      ¿ Cuál es la razón que lleva a Marina a desatar tanta infamia contra Andrea ?.
      La respuesta es muy fácil, Marina se siente inferior porque durante el tiempo en que han trabajado juntas, Andrea ha solucionado favorablemente los problemas que han surgido, ha organizado con seriedad el trabajo y la tienda y ha recibido cariño de la clientela, por su parte Marina al ser poco eficiente, se ha labrado ser una segundona y su complejo de inferioridad se ha agudizado, simplemente por su ineficiencia.
      Ya distanciada de Andrea, le resulta mucho más fácil emprender sus maquinaciones en contra de ésta y la vía más asequible, es la mentira o mentiras.
      Marina acosa psicológicamente a Andrea con invenciones maquiavélicas, esto genera dudas en algunas compañeras, en la encargada y por supuesto en el jefe. Compañeras mediocres, encargadas indefinibles y un jefe sin inteligencia que no conoce a su personal como debiera, no analiza quienes son los buenos empleados, da más importancia a los dimes y diretes, al chivatazo, a los pases de balón (a la larga estos elementos son malos consejeros hasta para un jefe).
      Cierto es, que el acosador psicológico, mentiroso convulsivo, transcurrido un tiempo cae en las redes de sus propias invenciones, es posible qué en algún instante de la vida de Marina su propia tela de araña imaginativa la envuelva, mientras tanto Andrea subsiste  sin demasiada ilusión, ha perdido la motivación.
      Los acosadores psicológicos tienen clase o no. En esta historia, Marina la acosadora, es de la especie de las alimañas, inundada de maldad, con modales barriobajeros, sin alma, vacía de sentimientos, ofensiva incluso con sus seres queridos; envidia los sueños ajenos, hoy los de Andrea, mañana no se sabe los de quién.
      Cuando conocí la historia que acabo de narrar, pensaba que era cierto, que a la persona del mal comportamiento, la acosadora, le llegaría "el castigo", pero que yo sepa no ha sido así.
      En otra época más reciente, supe de un hecho similar, en un entorno laboral diferente, pero de nuevo planeaba la sombra del acoso.
       En este caso, ambas cumplen con sus obligaciones y los modales guardan similitud, pero Fiona que es una mujer insegura,  medianamente inculta y con escasa capacidad de razonamiento, vive con el temor constante de que la superen en su cometido y su cargo peligre.
      Por necesidades de la empresa debe trabajar codo a codo con algunas compañeras y repleta de sus miedos, miente a la jefa sobre el comportamiento de éstas. Dice de ellas que no son decididas, con pocas habilidades y menos aptitudes. La jefa, que parece inteligente,  se cree todo lo que cuenta Fiona, aunque a menudo le ha demostrado incoherencia en sus actos.
      Una de estas compañeras acosada, Cecilia, harta de las injurias y calumnias, optó por abandonar la empresa, era una gran trabajadora pero el peso de las falsedades minó su entereza.
      La otra acosada, Alba, pasado algún tiempo la despidieron, era una buena empleada, pero llegó la temida crisis económica y todo finalizó para ella.
      Y Fiona ¿Qué fue de esta acosadora sin escrúpulos y embustera innata?. Pues sigue trabajando en la misma oficina.
      Este par de historias, me hace reflexionar sobre las circunstancias de la vida, ¿Está el mal por encima del bién ?. Pues da la agria sensación de que al contrario que en las peliculas, los malos siempre ganan.
      Quiero y necesito pensar que no es así, que son meras casualidades y que algún día, aunque Andrea y Alba no lo vean, tendrán su merecido las personas que tanto daño moral hicieron.
      Me pregunto, ¿Y los jefes, nunca se dieron cuenta?. ¿No percibieron la forma de ser de estos dos personajillos?. Increible.
      Desearía que  historias como estas nunca jamás volvieran a ocurrir, pero para muestra un botón.


      


 
     
     
    "Sólo hay dos maneras de ser feliz en esta vida:
      una es hacerse el idiota y la otra serlo".
                                               ( S. Freud )
                         

     











                     

1 comentario: