Siempre estuvo ahí, pendiente,
al lado de todos,
callada, discreta.
Con sus emociones a cuestas.
Feliz cuando la vida
la colmo de dichas,
resignada cuando la golpeó
el cruel destino.
Hoy se ha ido de nuestro lado.
Aun así, permanecerá, siempre junto a nosotros, con su propio estilo digno de dama elegante y recatada.
Segura me hallo, de que se sentirá gozosa de haberse reencontrado con los que partieron prematuramente.
Con su cautivadora serenidad, se sentará sobre una nube del cielo para guiar nuestros pasos y colmarnos con sus dulces besos.